Movie Review | El Hobbit: La Desolación de Smaug (The Hobbit: The Desolation of Smaug)

En esta ocasión, seguiremos el curso de la hazaña de los enanos, Bilbo (Martin Freeman) y Gandalf (Ian McKellen) por recuperar Erebor de Smaug. Si bien es verdad que esta segunda entrega de la saga del Hobbit de su director Peter Jackson no es perfecta, si podemos asegurar que en comparación con su antecesora es mejor, haciendo de la reciente una mayor y más audaz aventura, con un más interesante Bilbo Baggins.

Empezaremos por los puntos débiles tales como tramas extras intencionadas para ligar el Hobbit con la trilogía de "El Señor de los Anillos", así como el seguimiento de Gandalf y su descubrimiento de Sauron y su ejército, las cuales resultan innecesarias ya que la mayoría -si no es que todos- sabemos el resultado final. Tal vez no serían un malgasto de tiempo de haberse tocado esas tramas con sutileza, aunque la realidad fue una gran cantidad de tiempo que se sintió como relleno en la historia con el fin de alargarla y dar paso a un tercer filme en lugar de dos, dando como resultado la falta de profundización en el desarrollo de otros personajes de la cinta.

Habiendo dicho eso, el resto del filme es una excelente y bien maquinada adaptación a la pantalla grande del libro de J.R.R. Tolkien, que no le es totalmente fiel a su origen pero no afecta el resultado final. Por parte del personaje de Bilbo Baggins (Martin Freeman) es totalmente visible un crecimiento, a quien vemos luchar contra el poder del anillo y su avaricia, que sabemos de qué manera terminó y es fascinante ser testigos de primera mano de esa transformación. Thorin (Richard Armitage) y Balin (Ken Stott) se destacan entre el resto de los enanos, sobre todo el primero, quien experimenta cambios similares a los de Bilbo. Peter Jackson presenta en esta segunda entrega a los elfos, regresando a Orlando Bloom a la piel de Legolas, papel que le diera el reconocimiento mundial en el año 2001, acompañado en esta ocasión por la buena y sorpresiva actuación de Evangeline Lily como la elfa Tauriel, rol creado originalmente para la cinta, aportando el toque y poder femenino a un elenco dominado por personajes masculinos y prueba que es un elemento con fuerte presencia que podría abrirle las puertas en el futuro cercano a más roles.

En La Desolación de Smaug se mantiene con el ritmo equilibrado desde un inicio gracias a su elenco, su acción, locaciones y los efectos de primer nivel hasta llegar a su largo y explosivo clímax, el cual es posiblemente la gran razón de su éxito. La creación de Smaug es asombrosa, junto al responsable de darle voz; Benedict Cumberbatch, que aunque tuvo efectos aplicados a su voz para crear más impacto, hace un fantástico trabajo como el presuntuoso, sabio y burlón dragón. Verlo enfrentar cara a cara a Bilbo es una verdadera maravilla. Lo que le sigue es una larga conclusión que va a encantar a la mayoría, aunque es importante no esperar ningún final sólido, después de todo se trata del segundo filme de la trilogía, pero lo que si podemos esperar es quedar a la expectativa de su conclusión el próximo año. Y mientras el Hobbit sigue sin alcanzar el nivel de la trilogía de "El Señor de los Anillos", es igualmente disfrutable e incuestionable su valor y aportación de peso a esta nueva saga.

Título: El Hobbit: La Desolación de Smaug (The Hobbit: The Desolation of Smaug)

Género: Aventura, Fantasía

Fecha de estreno: 12 de diciembre, 2013

Distribuidora: Warner Bros. Pictures México

Director: Peter Jackson

Guion: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson

Reparto: Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage, Ken Stott, Orlando Bloom, Evangeline Lilly, Cate Blanchett, Lee Pace, Benedict Cumberbatch, Luke Evans, Aidan Turner.

Por Carolinna
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